La Gestión de Riesgos Operativos (GRO) es el proceso de identificar, evaluar, mitigar y monitorear los riesgos que surgen de las operaciones diarias de una organización. Estos riesgos no están relacionados con el mercado o el crédito, sino que se derivan de fallas en procesos internos, sistemas, personas o eventos externos imprevistos. Ejemplos comunes incluyen errores humanos, fallas tecnológicas, interrupciones en la cadena de suministro, fraude o desastres naturales. El objetivo principal de la GRO es minimizar el impacto negativo de estos eventos en los objetivos estratégicos, financieros y reputacionales de la empresa, asegurando la continuidad del negocio y la protección de sus activos. Una GRO eficaz implica el desarrollo de un marco integral que abarque políticas, procedimientos y herramientas para la gestión proactiva de riesgos. Esto incluye la creación de mapas de riesgos, la implementación de controles internos, la capacitación del personal, la planificación de la continuidad del negocio y la realización de pruebas de estrés. Al establecer una cultura de conciencia del riesgo en toda la organización, la GRO permite tomar decisiones más informadas, optimizar la asignación de recursos y mejorar la resiliencia general frente a la incertidumbre. En última instancia, una sólida gestión de riesgos operativos contribuye a la estabilidad financiera, la confianza de los stakeholders y el logro sostenible de los objetivos empresariales.